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De las enfermedades que requieren tratamiento quirúrgico urgente para evitar complicaciones serias, la apendicitis aguda es la más común de todas. Se estima que una de cada dos mil personas cursa con apendicitis. Identificar los síntomas de apendicitis es muy importante para poder saber cuándo hay que buscar atención inmediata.
Para entender más sobre el tema hace falta saber qué es el apéndice. El apéndice cecal es un segmento de intestino que se origina en el intestino grueso, mide usualmente menos de 10 cm y se localiza en el interior del abdomen en la parte inferior derecha. Su función es crear proteínas llamadas inmunoglobulinas, las cuales ayudan al sistema de defensas (sistema inmune) del cuerpo, sin embargo, su contribución al sistema inmune no es esencial y una persona puede vivir sin el apéndice cecal de manera completamente normal.
La apendicitis se origina cuando existe una obstrucción del interior del apéndice, lo que ocasiona que las secreciones que produce se empiecen a acumular. Esto hace que el apéndice se empiece a distender de manera progresiva. Las bacterias del interior del apéndice empiezan a multiplicarse y se extiende la infección; con el tiempo, la distensión llega a ser tan importante que la circulación del apéndice se compromete y empieza gangrenarse y finalmente se perfora. No existe manera de prevenir que esto ocurra, por eso es importante estar atento a los síntomas de apendicitis, para consultar de manera oportuna con el médico especialista.
Los síntomas generales que se presentan en la apendicitis aguda son dolor abdominal y fiebre. El dolor abdominal se puede localizar inicialmente alrededor del ombligo, y después establecerse en la parte inferior derecha del abdomen, es un dolor de intensidad moderada; en ocasiones el paciente busca una posición (inclinarse para acercar el tórax y abdomen a las piernas), que disminuye un poco el dolor. Este dolor puede disminuir al tomar medicamentos, pero una vez pasado el efecto analgésico, regresa nuevamente. La fiebre normalmente está presente, por lo que es conveniente medirse la temperatura, en vez de suponer que tiene fiebre por “sentirse caliente”. Otros síntomas gastrointestinales presenten incluyen falta de apetito, náusea, vómitos y diarrea. Para realizar el diagnóstico, los síntomas y la exploración física son muy importantes, así como algunos estudios como exámenes de laboratorio, ultrasonido o tomografía pueden apoyar el diagnóstico.
Sin embargo, cada paciente es único y un paciente con apendicitis puede o no cursar con los típicos síntomas de apendicitis. Si usted tiene algunos síntomas, es muy recomendable acudir a su médico, ya que de confirmar el diagnóstico, el tratamiento inmediato es lo siguiente.
Una vez que se realiza el diagnóstico de apendicitis aguda, el tratamiento definitivo indicado es la apendicectomía. El apéndice debe ser removido de manera urgente, ya que de no ser así, la progresión de la enfermedad culmina en la perforación del apéndice, con la diseminación de la infección por todo el abdomen (peritonitis), lo que pone en riesgo la vida del paciente. Se están realizando algunas investigaciones con el fin de averiguar si la apendicitis aguda se puede tratar únicamente con medicamentos y evitar la cirugía, pero hasta ahora esta manera no ha demostrado ser una opción muy segura, por lo que no esta aceptada para todos tratar todos los casos.
La apendicectomía, al igual que la mayoría de los procedimientos, puede ser realizada mediante cirugía laparoscópica. Esta cirugía evita hacer una incisión grande para efectuar el procedimiento; en cambio, se hacen 3 incisiones pequeñas a través de las cuales se introduce una cámara conectada a una pantalla de televisión, lo que permite ver por dentro de la cavidad. El cirujano puede explorar todo el interior de la cavidad abdominal, y mediante un equipo especial retira el apéndice cecal. Hacer esto ofrece la ventaja de que el paciente tenga menor dolor postoperatorio, se recupere más rápido y pueda regresar a sus actividades normales mucho más rápido que en la manera tradicional o abierta. También las infecciones se disminuyen de manera considerable al hacer la cirugía por laparoscopía.
La mayoría de los pacientes son candidatos a cirugía laparoscópica. Tener historial de múltiples cirugías abdominales puede ser un motivo para considerar el no realizar esta cirugía por vía laparoscópica, y algunos factores pueden influir para que el procedimiento sea más difícil de realizar, como por ejemplo si el apéndice ya se perforó y la infección ya está diseminada. En estos casos podría ser de utilidad el realizar la cirugía de manera tradicional, con una incisión que le permita al cirujano revisar y trabajar toda el área abdominal.
Algunas situaciones que incrementan la posibilidad de convertir la cirugía laparoscópica a cirugía abierta son obesidad, antecedentes de varias cirugías abdominales, problemas de sangrado durante la cirugía, dificultad para visualizar los órganos, apéndice ya perforado.
Después de la cirugía, su médico le prescribirá medicamentos para el dolor y antibióticos para continuar tratando la infección. Se le indicará una dieta líquida suave usualmente 24 horas después de la cirugía, pero esta indicación depende de cómo se encontraba el apéndice al momento de la cirugía. Es muy importante la movilización temprana, es decir, levantarse de la cama y caminar en las primeras 24 horas posteriores al procedimiento, ya que esto facilita que el aparato cardiorrespiratorio y digestivo regularicen su función y se eviten complicaciones cardiovasculares.
Su alta hospitalaria dependerá mucho de qué tan inflamado e infectado se encontraba el apéndice, pero por lo regular es en un par de días. En casa se le indicarán cuidados generales. Una dieta blanda sin grasas ni irritantes ayuda mucho a la recuperación. Sus actividades las podrá realizar con normalidad en 1 a 2 semanas, incluyendo manejar, subir y bajar escaleras y regresar al trabajo.
Aunque la apendicectomía laparoscópica es una cirugía bastante segura, existe un riesgo de que se presenten complicaciones, las cuales incluyen hemorragia, infección del sitio de la cirugía, lesión de órganos intraabdominales o fuga del muñón apendicular (sitio en donde se corta el apéndice para separarlo del intestino), es importante que si usted presenta dolor que no cede con los medicamentos analgésicos, fiebre de 39 grados, cambio de coloración, sangrado o secreción purulenta a través de las heridas, intolerancia a la vía oral, vómitos, distensión abdominal, tos persistente o dificultad para respirar, llame e informe a su médico.
Si usted requiere mayor información sobre este tema u otras enfermedades del aparato digestivo, no dude en comunicarse con nosotros.