La colelitiasis se refiere a la presencia de litos o cálculos en el interior de la vesícula biliar, esta es una de las principales enfermedades del aparato gastrointestinal en la actualidad. En algunos casos, este padecimiento requiere tratamiento quirúrgico el cual consiste en retirar la vesícula biliar (procedimiento llamado colecistectomía). Sin embargo, no todos los pacientes con piedras en la vesícula deben ser operados.
Los pacientes que tienen piedras en la vesícula biliar pueden no presentar síntomas de vesícula, estar sin dolor y no presentar ningún tipo de síntomas y permanecer así toda su vida. Los pacientes que tienen piedras en la vesícula y que han experimentado síntomas como dolor, vómito o fiebre son más propensos a tener complicaciones relacionadas con las piedras en la vesícula biliar.
Respecto a las diferentes razas, las personas blancas occidentales, latinos y nativos americanos tienden a padecer de esta enfermedad más que la población de Europa del este, Afroamericanos y asiáticos. Otros factores de riesgo son el ser mujer (las mujeres tienen el doble de posibilidad de desarrollar piedras en la vesícula, y este riesgo aumenta si se embarazan), y la edad avanzada, ya que a partir de los 65 años la posibilidad de tener piedras en la vesícula incrementa, y sigue incrementando conforme pasan los años.
Si vamos a un centro comercial y le escogemos a 100 personas de manera aleatoria y les realizamos un ultrasonido abdominal, encontraremos que 10 personas del grupo pueden tener piedras en la vesícula; esto quiere decir que aproximadamente un 10% de la población presenta piedras en la vesícula biliar. Estadísticamente hablando, de este 10%, solo uno presentará síntomas de vesícula en los siguientes 10 años, mientras que el resto se mantendrá sin síntomas.
Dentro de los síntomas de vesícula que se pueden presentar destaca el dolor abdominal, el cual puede llegar a ser muy intenso, impidiendo al paciente realizar sus actividades cotidianas. Este dolor se localiza habitualmente en la parte superior derecha del abdomen, y en ocasiones se extiende hacia la espalda. A veces el dolor se acompaña de náusea y vómito, y sobre todo se desencadena posterior a la ingesta de alimentos grasos, como lácteos, quesos, huevo, aguacate, alimentos fritos, etc. Una vez que el paciente ha presentado síntomas, lo más común es que estos se presenten de manera cada vez más frecuente.
Como se comentó previamente, de 100 pacientes con colelitiasis (piedras en la vesícula), aproximadamente 10 pacientes presentarán síntomas de vesícula y buscarán atención y su médico realizará el diagnóstico. Del 90% restante, no hay manera de saber que están enfermos, ya que no presentan ningún síntoma relacionado con la alimentación ni dolor, ni nada.
Estos pacientes van a permanecer sin saber que tienen piedras en la vesícula, hasta que, para estudiar otra enfermedad (el riñón por ejemplo), se hacen un ultrasonido abdominal, y el médico detecta que además de la otra enfermedad, el paciente tiene piedras en la vesícula biliar.
El ultrasonido es un estudio en el que el médico, con ayuda de una sonda que pasa por encima del abdomen, puede obtener imágenes del interior de los órganos abdominales. Además de ser un estudio económico, tiene muchas otras ventajas, pues no se requiere de administrar medicamentos o medio de contraste para obtener las imágenes y es un procedimiento indoloro para el paciente. El ultrasonido permite ver las piedras, contar cuántas son, y cuánto miden, también puede ver si están dentro de la vesícula biliar o si alguna ha salido hacia los conductos biliares. También puede ver si la vesícula tiene datos de inflamación o no.
La cirugía para el tratamiento de la colelitiasis asintomática NO está indicada. Si el paciente se conoce con piedras, pero no ha presentado síntomas de piedras en la vesícula relacionados a ello, lo indicado es únicamente vigilancia, y en caso de que en un futuro se presenten síntomas, entonces se podrá pensar en realizar la cirugía, que consiste en extirpar la vesícula biliar (colecistectomía).
Cabe mencionar que es muy importante que un paciente que se ha detectado piedras en la vesícula biliar, sea valorado por un especialista en Cirugía General o Gastrointestinal, ya que solo él, con base en su experiencia, le hará un interrogatorio dirigido que permitirá detectar si tiene algún síntoma derivado de la enfermedad de la vesícula y que por tanto, sea meritorio de tratamiento quirúrgico para evitar complicaciones.
Toda cirugía tiene riesgo de complicaciones. En la cirugía de la vesícula biliar (colecistectomía) la posibilidad de una complicación es mínima, pero está presente. Estas complicaciones comprenden sangrados importantes, lesión de órganos intraabdominales, fuga biliar, reacción a medicamentos o incluso fallecer. Como se mencionó previamente, la mayoría de los pacientes con colelitiasis asintomática permanecerán sin dolor el resto de su vida, y solo una minoría presentará dolor. Es por esto que no esta justificado exponer a la mayoría de los pacientes que nunca van a presentar dolor, al riesgo de una cirugía. En resumen, es mayor el beneficio de no operarse, que de someterse al riesgo de la cirugía.
En algunas situaciones especiales se puede considerar necesaria el realizar la cirugía “preventiva” y estas incluyen la alta sospecha o probabilidad de desarrollar cáncer de vesícula biliar (pacientes con quistes, adenomas, vesícula pequeña y atrófica por ejemplo), algunas anemias como la esferocitosis, en las que se tiene que extirpar el bazo al paciente, y se sugiere realizar la colecistectomía en la misma intervención. También pacientes obesos que serán sometidos a cirugía para reducción de peso (bypass gástrico) pueden requerir realizar la colecistectomía, ya que estos pacientes al bajar de peso pueden tender formar piedras en la vesícula, aunque esto es algo controversial.
El Dr. Joel Dorantes González Médico Cirujano Gastrointestinal es especialista en enfermedades de la vesícula biliar