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La cirugía para el tratamiento de la colelitiasis o piedras en la vesícula biliar se llama colecistectomía y consiste en extirpar la vesícula biliar. La cirugía de vesícula es la operación más realizada por los cirujanos. En la actualidad, casi todos los procedimientos se realizan por cirugía de mínima invasión o laparoscopía, y esta cirugía no es la excepción.
La vesícula biliar es un órgano en forma de pera, que forma parte del aparato digestivo. Se encuentra en el abdomen, debajo del hígado y tiene la función de almacenar la bilis que produce el hígado; esta bilis sirve para digerir los alimentos, en especial las grasas, cuando las grasas llegan al intestino, la bilis es transportada de la vesícula al intestino a través de un conducto llamado vía biliar.
La principal causa de que la vesícula biliar se enferme son las piedras (llamadas también cálculos o litos). Estas piedras son formadas en el interior de la vesícula a partir de colesterol y sales biliares derivadas de una alteración en la composición de la bilis.
Son muchos los factores que influyen en la formación de las piedras e incluyen el género femenino, embarazos y obesidad. La enfermedad también es muy común en personas con historia familiar de esa enfermedad.
Pero, ¿Por qué las piedras causan dolor? Cuando una piedra bloquea el orificio de salida de la vesícula, la bilis no puede salir, lo que ocasiona que la vesícula se inflame y se produzcan dolor, náusea, vómito y a veces fiebre. Si una piedra logra salir de la vesícula y se atora en el conducto biliar, la bilis no podrá llegar al intestino, lo que causará la coloración amarillenta de la piel y ojos del paciente. Esto es algo peligroso si no se trata de manera inmediata.
¿Cómo se diagnostica y trata la enfermedad?
Los síntomas y signos descritos por el paciente en el interrogatorio y la exploración física, orientan al diagnóstico y un ultrasonido de abdomen que identifique las piedras en el interior de la vesícula confirma el diagnóstico. Existen otros estudios que pueden identificar enfermedad en la vesícula, como la tomografía o gammagrafía (medicina nuclear).
Para el tratamiento se ha indicado llevar una dieta baja en grasas y medicamentos para el manejo del dolor, sin embargo, esto solo alivia los síntomas por un breve periodo de tiempo y posteriormente la sintomatología reincide de manera habitual. También se han desarrollado medicamentos para deshacer las piedras, pero no se ha logrado tener éxito al 100%. La cirugía de vesícula (colecistectomía) es el único tratamiento definitivo para esta enfermedad.
La cirugía se realiza mediante laparoscopía, en la cual el anestesiólogo usará anestesia general. El cirujano realiza unas incisiones en el abdomen para crear unos pequeños agujeros a través de las cuales se introduce gas y una cámara conectada a una pantalla para poder ver el interior de la cavidad abdominal. Con ayuda de unos instrumentos largos y finos se realiza la extirpación de la vesícula; al terminar la cirugía, la vesícula se extrae del abdomen a través de uno de los orificios utilizados para trabajar.
¿Por qué es preferible la laparoscopía?
De esta manera el paciente tiene un resultado más estético, cursa con menor dolor postoperatorio y se puede recuperar más rápido. En ocasiones el paciente puede regresar a casa el mismo día de la cirugía.
¿Todos los pacientes pueden operarse por laparoscopía? ¿Qué pasa si en mi caso no se puede?
La mayoría de los casos pueden resolverse por laparoscopía, sin embargo existen algunas contraindicaciones relativas para planear la cirugía de vesícula por esta vía, como inflamación muy severa o antecedente de múltiples cirugías abdominales.
En muy pocas situaciones la cirugía se planea e inicia por laparoscopía, sin embargo durante el procedimiento quirúrgico, el cirujano encuentra la vesícula biliar muy inflamada, con tejidos muy lastimados o muchas adherencias entre los órganos, lo que impide poder terminar el procedimiento por laparoscopía, y tiene que convertir la cirugía a convencional o tradicional, mediante una incisión debajo del costado derecho, para lograr terminar la cirugía con instrumentos más grandes y las manos, para así disminuir la probabilidad de complicaciones durante el procedimiento. Por lo tanto, el que un procedimiento se convierta de laparoscópico a procedimiento abierto, no es una complicación, sino una manera de evitar que exista una complicación.
Antes programar la cirugía, se deben realizar estudios preoperatorios, que consisten en exámenes de sangre, electrocardiograma y radiografía de tórax (de acuerdo a la edad y antecedentes de cada paciente). Su médico le explicará a detalle en que consiste el procedimiento, incluyendo los riesgos y beneficios de realizar éste. Se le solicitará guardar ayuno de 8 horas previas al procedimiento, evitando alimentos y agua. Si usted toma medicinas para alguna enfermedad, se le indicará cuáles medicinas debe continuar tomando y cuales debe suspender de manera absoluta (por ejemplo, la aspirina). También se recomienda evitar fumar días previos a su cirugía.
La cirugía de vesícula es un procedimiento mayor, sin embargo, el realizarlo por laparoscopía permite una recuperación más cómoda. Durante el postoperatorio el paciente puede presentar dolor leve, en ocasiones puede cursar con náusea o vómito, esto relacionado a los medicamentos anestésicos utilizados, pero esto dura un par de días cuando mucho. Al recuperarse de la anestesia (8 horas aproximadamente después de la operación), se iniciará dieta vía oral; de igual manera, pasado este tiempo, el paciente tiene la libertad de levantarse de la cama y caminar. El alta hospitalaria puede realizarse el mismo día o al día siguiente, de acuerdo a como se sienta el paciente. Una a dos semanas después, el paciente prácticamente puede realizar sus actividades cotidianas con normalidad. Se le pedirá que lleve una dieta sin grasas, cítricos ni irritantes, con el fin de tener un periodo de convalecencia con mínimas molestias gastrointestinales. Posteriormente, su médico le indicará cuándo puede reincorporar todos los grupos de alimentos a su dieta para llevar una dieta y vida absolutamente normal.